
Todos hemos cometido errores al hacer un diseño: usar una imagen borrosa, combinar demasiadas fuentes o pedir que el logo sea más grande de lo necesario. Estos fallos, tan comunes como frustrantes, suelen ser el día a día de muchos diseñadores. Pero en lugar de esconderlos, Canva ha decidido hacerlos protagonistas de su última campaña publicitaria.
Con una serie de carteles instalados en la estación de Waterloo, en Londres, la plataforma de diseño ha transformado esos “desastres” en mensajes creativos, divertidos y muy visuales. El resultado no solo llama la atención, sino que también enseña cómo Canva puede ayudarte a evitarlos. Una campaña que combina humor, funcionalidad y un gran impacto visual.
En la práctica diaria del diseño gráfico, hay ciertos errores que se repiten con frecuencia: tipografías poco profesionales, imágenes de baja resolución, composiciones sobrecargadas o desajustes de tamaño. Canva, junto con la agencia creativa Stink Studios ha tenido la genial idea de recopilar estos errores y, en lugar de ocultarlos, darles visibilidad como parte de una narrativa creativa. En su campaña, frases como «Cuando “haz el logo más grande” se va un poco de las manos” o “Arrastra y suelta (casi) cualquier cosa” no se muestran como fallos, sino como guiños humorísticos con los que muchos se sienten identificados.
Esta aproximación no solo capta la atención, sino que genera complicidad. Tanto diseñadores profesionales como usuarios ocasionales de Canva encuentran en estos carteles una experiencia cercana. La campaña muestra que equivocarse es parte del proceso creativo y que no hay que temer a los errores: lo importante es tener herramientas que te ayuden a superarlos.
Uno de los elementos más destacados de la campaña publicitaria de Canva en Londres fue el uso de instalaciones publicitarias creativas que llevaban los errores de diseño al extremo, tanto en forma como en concepto. Entre los carteles más comentados destaca la típica pregunta “¿Puedes hacer el logo más grande?” junto a un logotipo tridimensional que sobresale del cartel a escala exagerada. Este cartel se convirtió en uno de los más fotografiados y compartidos en redes sociales, al representar de forma literal una petición típica que suele frustrar a los diseñadores.
Otro ejemplo brillante es el cartel que simula la función “drag and drop” (arrastrar y soltar). En él, una bicicleta real parece estar siendo desplazada hacia el diseño mediante una mano gigante gráfica. Esta pieza representa visualmente lo intuitivo que es el uso de Canva, y cómo cualquier elemento se puede integrar con facilidad en un proyecto.
La estación de Waterloo en Londres, uno de los puntos de mayor tránsito del Reino Unido, se convirtió en el epicentro de una campaña visualmente impactante. Canva transformó este espacio cotidiano en un escaparate interactivo. A través de carteles originales y sorprendentes, cada pieza visual se enlazaba con una función real de la plataforma. Aquí algunos de los más destacados:
Otro cartel presenta una imagen forzada en un espacio incorrecto, como si se hubiera diseñado en horizontal pero se hubiera pegado en vertical. El resultado es un contenido visualmente distorsionado que representa un error habitual al adaptar piezas gráficas a diferentes formatos. Canva lo utiliza para presentar su herramienta Magic Resize, que permite redimensionar diseños automáticamente para adaptarlos a distintos soportes sin perder calidad.
Otra pieza sorprendente tiene partes de su superficie recortadas, dejando ver la pared detrás. Esto simula el efecto de la herramienta de eliminación de fondo de Canva, que permite aislar elementos y limpiar visualmente una composición.
Un panel simula una pizarra llena de notas adhesivas con mensajes como «Finanzas quiere saber si esto es un buen uso del presupuesto», «Solo un logo enorme. ENORME», «El equipo de producto quiere que mencionemos de algún modo TODAS las funciones…». Este caos intencionado representa los múltiples comentarios que un diseñador recibe durante una revisión. Canva aprovecha para recordar que su plataforma facilita el trabajo colaborativo en línea, permitiendo gestionar versiones y sugerencias de forma organizada.
La campaña publicitaria de Canva en la estación de Waterloo es un ejemplo brillante de cómo una marca puede convertir errores comunes en una herramienta de conexión con su público. A través del humor, la exageración visual y mensajes directos, Canva ha sabido reírse de los típicos fallos del diseño gráfico y, al mismo tiempo, mostrar cómo su plataforma puede resolverlos de forma sencilla.
No solo ha sido una campaña creativa, sino también muy estratégica. Cada cartel, además de impactar por su originalidad, comunicaba una función concreta del producto. Además, al diseñar los anuncios para que fueran compartidos en redes sociales, lograron amplificar su alcance de forma orgánica y global.
En resumen, Canva ha demostrado que incluso los errores pueden convertirse en ideas brillantes si se usan con inteligencia, y que una campaña bien pensada puede educar, entretener y promocionar al mismo tiempo.
Todos hemos cometido errores al hacer un diseño: usar una imagen borrosa, combinar demasiadas fuentes o pedir que el logo sea más grande de lo necesario. Estos fallos, tan comunes como frustrantes, suelen ser el día a día de muchos diseñadores. Pero en lugar de esconderlos, Canva ha decidido hacerlos protagonistas de su última campaña publicitaria.
Con una serie de carteles instalados en la estación de Waterloo, en Londres, la plataforma de diseño ha transformado esos “desastres” en mensajes creativos, divertidos y muy visuales. El resultado no solo llama la atención, sino que también enseña cómo Canva puede ayudarte a evitarlos. Una campaña que combina humor, funcionalidad y un gran impacto visual.
En la práctica diaria del diseño gráfico, hay ciertos errores que se repiten con frecuencia: tipografías poco profesionales, imágenes de baja resolución, composiciones sobrecargadas o desajustes de tamaño. Canva, junto con la agencia creativa Stink Studios ha tenido la genial idea de recopilar estos errores y, en lugar de ocultarlos, darles visibilidad como parte de una narrativa creativa. En su campaña, frases como «Cuando “haz el logo más grande” se va un poco de las manos” o “Arrastra y suelta (casi) cualquier cosa” no se muestran como fallos, sino como guiños humorísticos con los que muchos se sienten identificados.
Esta aproximación no solo capta la atención, sino que genera complicidad. Tanto diseñadores profesionales como usuarios ocasionales de Canva encuentran en estos carteles una experiencia cercana. La campaña muestra que equivocarse es parte del proceso creativo y que no hay que temer a los errores: lo importante es tener herramientas que te ayuden a superarlos.
Uno de los elementos más destacados de la campaña publicitaria de Canva en Londres fue el uso de instalaciones publicitarias creativas que llevaban los errores de diseño al extremo, tanto en forma como en concepto. Entre los carteles más comentados destaca la típica pregunta “¿Puedes hacer el logo más grande?” junto a un logotipo tridimensional que sobresale del cartel a escala exagerada. Este cartel se convirtió en uno de los más fotografiados y compartidos en redes sociales, al representar de forma literal una petición típica que suele frustrar a los diseñadores.
Otro ejemplo brillante es el cartel que simula la función “drag and drop” (arrastrar y soltar). En él, una bicicleta real parece estar siendo desplazada hacia el diseño mediante una mano gigante gráfica. Esta pieza representa visualmente lo intuitivo que es el uso de Canva, y cómo cualquier elemento se puede integrar con facilidad en un proyecto.
La estación de Waterloo en Londres, uno de los puntos de mayor tránsito del Reino Unido, se convirtió en el epicentro de una campaña visualmente impactante. Canva transformó este espacio cotidiano en un escaparate interactivo. A través de carteles originales y sorprendentes, cada pieza visual se enlazaba con una función real de la plataforma. Aquí algunos de los más destacados:
Otro cartel presenta una imagen forzada en un espacio incorrecto, como si se hubiera diseñado en horizontal pero se hubiera pegado en vertical. El resultado es un contenido visualmente distorsionado que representa un error habitual al adaptar piezas gráficas a diferentes formatos. Canva lo utiliza para presentar su herramienta Magic Resize, que permite redimensionar diseños automáticamente para adaptarlos a distintos soportes sin perder calidad.
Otra pieza sorprendente tiene partes de su superficie recortadas, dejando ver la pared detrás. Esto simula el efecto de la herramienta de eliminación de fondo de Canva, que permite aislar elementos y limpiar visualmente una composición.
Un panel simula una pizarra llena de notas adhesivas con mensajes como «Finanzas quiere saber si esto es un buen uso del presupuesto», «Solo un logo enorme. ENORME», «El equipo de producto quiere que mencionemos de algún modo TODAS las funciones…». Este caos intencionado representa los múltiples comentarios que un diseñador recibe durante una revisión. Canva aprovecha para recordar que su plataforma facilita el trabajo colaborativo en línea, permitiendo gestionar versiones y sugerencias de forma organizada.
La campaña publicitaria de Canva en la estación de Waterloo es un ejemplo brillante de cómo una marca puede convertir errores comunes en una herramienta de conexión con su público. A través del humor, la exageración visual y mensajes directos, Canva ha sabido reírse de los típicos fallos del diseño gráfico y, al mismo tiempo, mostrar cómo su plataforma puede resolverlos de forma sencilla.
No solo ha sido una campaña creativa, sino también muy estratégica. Cada cartel, además de impactar por su originalidad, comunicaba una función concreta del producto. Además, al diseñar los anuncios para que fueran compartidos en redes sociales, lograron amplificar su alcance de forma orgánica y global.
En resumen, Canva ha demostrado que incluso los errores pueden convertirse en ideas brillantes si se usan con inteligencia, y que una campaña bien pensada puede educar, entretener y promocionar al mismo tiempo.